martes, 4 de diciembre de 2018

05 de diciembre Día Mundial del Suelo




Acabar con la polución

Cortesía de: http://www.fao.org/fileadmin/user_upload/GSP/WSD2018/WSD_logo_harmonized/new/WSD_Spanish_Small.jpg

La campaña "Sea la solución a la contaminación del suelo" para este año 2018 tiene como objetivo concienciar a personas para acabar con la polución del suelo, bajo la etiqueta #StopSoilPollution.
Un tercio de nuestros suelos en el mundo ya están degradados y corremos el riesgo de perder más. Aunque muchas veces sea un problema que pueda pasar desapercibido, afecta a todo el mundo, en todas partes. Con un incremento de la población mundial que se espera que alcance los 9000 millones en 2050, la contaminación del suelo es un problema mundial que degrada nuestros suelos, envenena los alimentos que comemos, el agua que bebemos y el aire que respiramos.
Los suelos tienen un gran potencial para filtrar y amortiguar los contaminantes, degradando y atenuando los efectos negativos de los contaminantes, pero esta capacidad es finita. La mayoría de los contaminantes proceden de actividades humanas, como las prácticas agrícolas no sostenibles, las actividades industriales y la minería, los residuos urbanos no tratados y otras prácticas no respetuosas con el medio ambiente. A medida que la tecnología evoluciona, los científicos son capaces de identificar los contaminantes no detectados anteriormente, pero al mismo tiempo estas mejoras tecnológicas conducen a la liberación de nuevos contaminantes en el medio ambiente. En la Agenda 2030, los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2, 3, 12 y 15 tienen metas que recomiendan la consideración directa de los recursos del suelo, especialmente la contaminación y degradación del suelo en relación con la seguridad alimentaria. 
 
AGENDA PARA EL DESARROLLO SOSTENIBLE

En septiembre de 2015, más de 150 jefes de Estado y de Gobierno se reunieron en la histórica Cumbre del Desarrollo Sostenible en la que aprobaron la Agenda 2030. Esta Agenda contiene 17 objetivos de aplicación universal que, desde el 1 de enero de 2016, rigen los esfuerzos de los países para lograr un mundo sostenible en el año 2030.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son herederos de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) y buscan ampliar los éxitos alcanzados con ellos, así como lograr aquellas metas que no fueron conseguidas.
Estos nuevos objetivos presentan la singularidad de instar a todos los países, ya sean ricos, pobres o de ingresos medianos, a adoptar medidas para promover la prosperidad al tiempo que protegen el planeta. Reconocen que las iniciativas para acabar con la pobreza deben ir de la mano de estrategias que favorezcan el crecimiento económico y aborden una serie de necesidades sociales, entre las que cabe señalar la educación, la salud, la protección social y las oportunidades de empleo, a la vez que luchan contra el cambio climático y promueven la protección del medio ambiente.
A pesar de que los ODS no son jurídicamente obligatorios, se espera que los gobiernos los adopten como propios y establezcan marcos nacionales para su logro. Los países tienen la responsabilidad primordial del seguimiento y examen de los progresos conseguidos en el cumplimiento de los objetivos, para lo cual es necesario recopilar datos fiables, accesibles y oportunos. Las actividades regionales de seguimiento y examen se basarán en análisis llevados a cabo a nivel nacional y contribuirán al seguimiento y examen a nivel mundial.
Para más información visitar:
 https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/development-agenda/

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