El león , emblema del mundo animal, evocación de poder, valor y soberanía,
en 20 años podría desaparecer de sitios como África Occidental, y cada
vez habrá menos en estado libre. Incluso con su título nobiliario,
paradójicamente está a punto de perder el duelo con quien lo venera.
El cuadrúpedo de flotante y arrogante capilaridad se ha visto forzado a ceder al ser humano parte de su geografía y entorno natural: se encuentra en riesgo su libertad y permanencia.
Gerardo Ceballos, investigador del Instituto de Ecología (IE) de la
UNAM, indicó que sólo quedan alrededor de 17 mil en el mundo, debido a
cuatro motivos principales: pérdida y destrucción de su hábitat,
merma de sus presas, cacería indiscriminada y enfermedades como el
moquillo, de la que recientemente hubo una epidemia en África.
“Lo que sucede también con la mayor parte de la flora y fauna: ya no pueden soportar tantas presiones como la cacería, deterioro del entorno, enfermedades, pérdida de las presas y conflictos con el humano”.
Se creía que el león nunca tendría problemas de conservación,
pues son animales que sobreviven y se reproducen bien en cautiverio; no
obstante, su pérdida en estado silvestre se ha incrementado.
Según cifras globales, en 1915 había en el planeta 250 mil ejemplares,
hoy sólo existe el 10 por ciento y se prevé que debido a los factores
antagónicos mencionados, en 20 años puedan desaparecer de sitios como
África Occidental, y cada vez habrá menos en estado libre.
Fuera de África sólo existe la subespecie asiática Panthera leo persica, de la cual sobreviven, aproximadamente, 500 ejemplares”.
Estos felinos son conspicuos. La historia de la humanidad va ligada a ellos porque el hombre se origina en África,
donde los leones eran su principal depredador. A lo largo de los anales
se les menciona en sitios como el circo o jugando el papel de mascotas.
“Es muy cercano a nosotros, y en este sentido, muy
importante; si están en peligro de extinción significa que todos los
demás animales que ya estaban amenazados antes, están en riesgo”,
alertó.
El año pasado la muerte de Cecil, el león keniano emblemático de
cabellera obscura, sujeto de estudio de la Universidad de Oxford y
victimado por un odontólogo cazador estadounidense, abrió mediáticamente la polémica sobre la actividad cinegética, de la que Gerardo Ceballos observa el lado positivo y productivo.
“La cacería como actividad deportiva y bien llevada
puede ayudar a mantener ciertas especies, es decir, este acto bien
resuelto es un factor de conservación. Alrededor hay muchos prejuicios
porque en general la sociedad responde sin tener información sólida y
sólo repetimos lo que escuchamos”, concluyó. (Con información de UNAM)
Tomado de: http://aristeguinoticias.com/2803/kiosko/leones-podrian-desaparecer-de-su-habitat-en-20-anos/ (28-03-2016)
No hay comentarios:
Publicar un comentario